¡Hola, Bienvenidos!

¡Hola amigos!


Os abro encantada las páginas de este blog. ¡Bienvenidos!

La cocina para mí es entretenimiento, un motivo para relajarme, expresarme, experimentar y hacer disfrutar a quienes prueban mi comida; incondicionales mi familia y amigos (siempre muy agradecidos), tengo motivos para poner pasión en cada uno de los platos que hago, ojalá logre transmitírosla.


Lo dedico a mi madre.

viernes, 10 de julio de 2015

CHAMPIÑONES RELLENOS DE QUESO PROVOLONE


 Suelo tener champiñones, los gasto bastante, y como tengo la suerte de que a todos nos gustan me sacan de apuros servidos como guarnición de un pescado o una carne. Incluso si se presenta una visita inesperada es un plato que al estar enseguida hecho te facilita el trabajo y te permite no dejarla mucho tiempo abandonada.

De varias formas los tengo ya publicados en este blog, les dejo el turno a estos rellenos de queso y os los doy a conocer.

Muy pocos ingredientes y nos montamos un plato muy agradable.

Con esta receta me despido hasta dentro de un par de meses (más o menos), si os digo la verdad se hace necesario, y sobre todo y especialmente  necesito este descanso para reencontrarme y convivir con mi familia. Vienen días que hay que aprovechar a tope, que luego el año se hace largo y pesado.
Os echaré de menos, eso lo tengo clarísimo, amigos-as. Deseo que tengáis un verano espléndido, lleno de lo mejor. A la vuelta me gustaría ver, a quienes habéis tenido algún "problemilla", muy felices y con todo arreglado ¡¡Feliz verano!!

Muchas gracias por haberme hecho un hueco entre vosotr@s en el que me siento muy a gusto ¡sois la caña! ¿En qué estaré pensando? jajaja, me voy con unas risas, para no perder la costumbre ¡hace tanta calor! Nos vemos ¡Ciao!

Ingredientes:

- Champiñones.
- Queso Provolone.
- Aceite de oliva.
- Pimienta blanca molida.
- Sal.

Elaboración:

Pelamos los champiñones tirando de la piel suavemente con la punta de un cuchillo. Desprendemos el pie terroso, dejando limpio el hueco donde irá el queso. Pasamos muy ligeramente por el grifo (no deben retener agua pues la absorben y eso no permitirá que se hagan a la plancha, se cocerán en su lugar).

Ponemos una sartén al fuego, medio-fuerte, pincelada de aceite. Disponemos los champiñones con el sombrerito en contacto con la sartén, salpimentamos un poco y los vamos girando por sus lados, moviéndolos de continuo, hasta que se hagan al parejo.


  
Retiramos de la sartén y rellenamos generosamente con trocitos de queso, es el momento, de si queremos poner alguna hierba aromática, hacerlo. Los ponemos en una bandeja apta para microondas y fundimos en un minuto a máxima potencia. Retiramos el agua que se condensa en el fondo (suele ocurrir) y los servimos enseguida, antes de que se enfríen



  

Para que me recordéis dulcemente os dejo unas fotos de mis caramelos "congelados" de frambuesa. A la vuelta, si queréis, os dejo la receta.






martes, 7 de julio de 2015

ROSCA DE ENSALADA DE ARROZ







Este año parece que no vamos a salir de ensaladas y gazpachos fríos ¡Hay que ver que el calor no nos da tregua! ¿Quiénes se atreven ahora a meterse entre pecho y espalda un plato ardiente? Mientras pueda intentaré no cocinarlos (nunca se puede decir de esta agua no beberé, vosotros tal vez lo veáis, jajaja) y como hay afortunadamente mucha variedad en nuestra gastronomía, hoy le ha tocado el turno a esta ensalada de arroz, que se puede preparar con antelación y guardar en el frigo hasta unos minutos antes de servirla, los que utilizaremos para darle un toquecito decorativo, más o menos ardiloso según nuestro tiempo o ganas.

Así la hago.

Ingredientes:

- Arroz largo vaporizado (mis favoritos son La Fallera Sueltíssimo y Nomen vaporizado) 250 g.
- Atún en aceite 200 g.
- Guisantes en conserva 1 lata mediana.
- Perejil y albahaca picados al gusto.
- Zumo de limón al gusto.
- Mayonesa.
- Lechuga unas hojas.
- Rúcula unas hojas.
- Alcaparras.
- Salsa rosa.
- Pimienta negra molida.
- Sal.

Elaboración:

Cocemos el arroz en agua abundante, hirviendo y sin sal durante 12-15 minutos (según el tipo de arroz). Movemos el arroz con una cuchara de madera. Refrescamos debajo del grifo en un colador y dejamos escurriendo hasta utilizarlo.

Pincelamos con aceite del atún un molde de rosca, el fondo y los lados.

 



Mezclamos en un bol el arroz con los guisantes, el atún desmenuzado, el perejil y la albahaca picaditos, el zumo de limón, la pimienta y la sal.









 




Llenamos el molde y rasamos asentando con el dorso de una cuchara, con cuidado de no chafar los guisantes.





 





Metemos en el frigo un par de horas (hay que servir fría). Volcamos en una fuente redonda.







Decoramos con la lechuga en el hueco central, ribeteamos con las hojas de rúcula. Adornamos con unas rosetas (con manga de boquilla rizada) de salsa rosa y unas alcaparras en el centro de cada una.


Servimos con la mayonesa que más nos guste, clásica, verde, cóctel, alioli... Cada persona elige ponerla o no (por temas calóricos) y la cantidad. Se mezcla en el plato.



sábado, 4 de julio de 2015

PAN NAAN



Al fin me he puesto con él, he estado años "bisiestos" pensando en hacer este pan. Desde que cayó en mis manos, ha llovido un rato (una manera de hablar) he estado dándole vueltas. Para hacerlo lo primero que me desanimaba era no disponer de una receta que me ofreciera garantías, lo segundo era que no sabía dónde encontrar las semillitas de nigella, lo tercero, (con la receta ya encontrada), cómo clarificar la mantequilla y si de alguna manera esto afectaría al resultado final del pan y en cuarto y último lugar, ahora que tenía solucionados los anteriores problemillas ¿sería capaz de aguantar el horneo en plena ola de calor africano...? Lo menos grave para mí ¡qué hay que hornear! pues se hornea ¡tenía tantas ganas!

El verano pasado me invitaron a presenciar la elaboración de este pan en un restaurante indio, pero al final no pude acudir y me quedé sin verlo. No hace un mes que me topé de bruces con las semillas de nigella, en una herboristería, cuando iba sin ánimo de buscarlas y claro, las compré. Os cuento que a la nigella se la llama también comino negro y entre muchos otros nombres el que más me suena es el de ajenuz. Su sabor recuerda un poco a la nuez moscada. Se habla de que tiene entre otras muchas propiedades la de ser además beneficiosa para combatir las alergias alimentarias.

Para clarificar la mantequilla (os adelanto que yo no lo he hecho) podéis visitar blogs como el de Su (Webos fritos) en donde encontraréis el proceso muy bien explicado. En resumen es poner la mantequilla al baño María e ir retirando la espuma que se va formando encima con un colador o cucharilla, librándola de impurezas.

La receta la encontré buscando por mis libros y tomando de uno y de otro con una ligera idea que me habían dado.

Os la dejo por si como a mí, no os importa encender el horno.

 
Ingredientes:

- Harina de fuerza 500 g.
- Levadura seca de panadero 2 cdtas.
- Azúcar 1 cdta.
- Sal fina 1 cdta.
- Agua tibia 200 ml.
- Semillas de nigella 2-3 cdtas.
- Yogur griego 100 ml.
- Mantequilla clarificada, o sin clarificar 50 g.




Elaboración:




 Fundir la mantequilla.







Mezclar en un cuenco los ingredientes secos, incluidas las semillas de nigella. Abrir un hueco en el centro de los ingredientes secos y echar el agua, el yogur y la mantequilla. Integrar muy bien sin amasar.



 




Tapar el cuenco con film y dejar que leve en un sitio resguardado (horno apagado o microondas) alrededor de una hora.











Encendemos el horno fuerte a 240 ºC. Con la bandeja dentro. Desgasificamos y amasamos hasta que se vuelva lisa y blandita. Dividimos en cuatro partes iguales. Formamos los panes alargados (aproximadamente 25 cm.).







Extendemos los panes en la placa de horno y dejamos dentro seis-siete minutos. Los sacamos y ponemos enseguida el grill a máxima potencia (C. Bretherton), ya bien caliente los  introducimos unos segundos para conseguir que se les formen en la superficie las burbujitas clásicas y un tono rubio dorado (unos segundos). Oreamos.


Este pan, como todos los panes, está mejor recién horneado, pero a mi me duró dos días en buenas condiciones (tapado).






miércoles, 1 de julio de 2015

GRANIZADO DE TOMATE CON AVELLANAS Y ALBAHACA


Como el calor no nos abandona, de momento (acabamos de empezar el verano, así es que nos queda rato para aguantar) y al hilo de la limonada de mi receta anterior, he pensado en traer otra idea muy refrescante para aliviar algo estos calores tan insoportables. Sí, ya sé que hay muchas personas a las que no les gusta el tomate, también hay quienes no soportan la albahaca, pero después de ver este granizado puede ser que se animen, prueben y lleguen a encontrarle el gusto.

Hoy nos refrescaremos en salado y el único aceite que le pondremos será el que tienen las ricas avellanas que tanto bien nos hacen.

Después de tomar este granizado os sentiréis como si hubierais estado metidos en una cámara frigorífica, jajaja ¡qué exagerada!

Ya me iba sin haber hecho referencia a Herminia Regolf. Hace unos días me concedió un premio muy bonito y era evidente que no me lo esperaba puesto que ya sabéis que por falta de tiempo no vengo aceptando premios. También sabéis que no me gusta dejar mal sabor de boca a mis compañeros-as que se merecen un respeto y una atención, ya que ellos la han tenido conmigo. Herminia tiene un blog de manualidades amplio en donde podréis encontrar, si decidís conocerla, muy buenas ideas para haceros desde un monedero a la última, a unos baberos de bebé, pasando por ropa y complementos, incluso para la casa de plena actualidad. En su blog os espera, si queréis pasar por allí. Gracias Herminia.


 

Ingredientes para 2 personas:


- Tomates de pera 2.
- Albahaca fresca unas hojitas (administradlas según vuestro gusto) y algunas más para la decoración final.
- Avellanas sin piel 10-12.
- Zumo de limón y unas rodajas para decorar.
- Pimienta blanca o negra molida.
- Sal.
- Hielo abundante.




Elaboración:

 




Lavamos los tomates y los trituramos, pasamos por un colador para retener las pieles y las semillas.





 





Volvemos a triturar ahora con las avellanas, la albahaca, la sal, la pimienta y unas gotas de zumo de limón.





 




Incorporamos al vaso de la batidora poco a poco el hielo, hasta que veamos que la consistencia se endurece y que la textura queda prácticamente lisa a la manera de un sorbete.







Vertemos en vasos o copas de cristal, adornamos con la albahaca y unas rodajas de limón. Servimos rápidamente.