¡Hola a todos!
Aquí me tenéis de nuevo con un postre especial. Ahora, con
ocasión del día de los enamorados. Tenía que dejárosla sí o sí, porque me
consta que no os vais a intimidar con ella.
Sabéis quienes me leéis que me gusta trabajar con las
gelatinas (respeto otras opiniones). Este postre las lleva para ayudar a
solidificar las capas de cacao y fresas. Si necesito elaborar una preparación
determinada, en la que es imprescindible usarlas, me decanto por ellas antes
que por las cuajadas, pues al ser insípidas no me aportan sabores que no quiero
que resalten sobre los demás y me acaben enturbiando los de fondo. Además, son
buenas para el pelo, las uñas y en general para los huesos (eso que nos
encontramos, diría nuestro dermatólogo 😉).
He querido darle un aspecto diferente (casi galáctico
jjj...). Para eso me hice, como el que no quiere la cosa, con un envase (mi molde) de Lidl
de unas hamburguesitas que compré. Pensé que haría bonita la presentación, y
así me ha parecido a mí. Os lo cuento todo, por si os animáis con él y le dais
una sorpresa a vuestra pareja, que pensará en cómo os las habéis ingeniado para
dar esa forma tan original a la tarta. Es una manera de reciclar envases,
aunque sea una sola vez.
¿Qué os voy a decir? pues que me alegra estar con vosotros,
que espero que seáis felices (ahora me vino a la mente una amiga que tengo, que
siempre que me ve me hace esa pregunta: ¿eres feliz? Amiga, se hace lo que se
puede... Me pones en la duda.
A mis compis, a mis seguidores, a mis lectores, a todos un
beso grande y un hasta luego... si Dios quiere. Graciassssssss.
- Fresas (limpias)
180 g.
- Cacao en polvo puro
desgrasado, 4 cdas.
- Queso Philadelphia 270 g. (una tarrina).
- Nata 35 % 200 ml.
(un brick).
- Azúcar blanquilla 4
cdas. (podéis sustituir por vuestro edulcorante).
- Canela molida
(opcional) 1 cdta. rasa.
- Hojas de gelatina
neutra 6.
- Adornos al gusto
(fresas, corazones de chocolate...).
Elaboración:
Lava bien las fresas y quita los rabitos. Tritura con la
batidora (si quieres cuela, yo no lo hice porque me gusta darle aspecto
natural). Reserva.
Hidrata sólo 3 de las hojas de gelatina en agua fría, diez
minutos.
En un cazo calienta a fuego medio el queso, la nata, el
azúcar y la canela (no dejes hervir). Remueve con una cuchara hasta integrar el
azúcar y que quede todo bien unido. Separa en dos mitades (por ej. en 2 vasos).
Una de las dos mitades la reservas, tapada con
film y en el frigo, hasta necesitarla.
La otra mitad, si es necesario vuelve a calentarla (puedes
ponerla al microondas y calentarla ahí, cuidando no subirla demasiado de
temperatura), no dejes que hierva y procura que no se agarre (fuego bajo).
Añade el puré de fresas, disuelve. Estruja las 3 hojas de gelatina con la mano
y pasa a este preparado integrando perfectamente.
Vuelca en el molde elegido cuando esté templada la mezcla.
Distribuye bien, de manera suave, con ligeros movimientos. Tapa y pon al frigo,
tres horas.
Pon a hidratar las otras 3 hojas de gelatina. Calienta la
otra mitad de la mezcla de igual manera. Retira, agrega el cacao, remueve y pon
las hojas de gelatina ya hidratadas y estrujadas dentro. Mezcla bien. Templa y
vuelca despacito sobre la capa de fresas.
Tapa el molde y vuelve a poner en el frigo. Desmolda al día
siguiente, así te asegurarás que ha solidificado bien.
Para servir pasa con cuidado un cuchillo de hoja plana y
deja que caiga blando sobre la bandeja de presentación.
Adorna a tu gusto. Los corazones de chocolate son de Dr.
Oetker y los compré en Alcampo.