No hace mucho tiempo que las comí con mi marido y mis amigos
en una de esas escapadas, casi improvisada que alguna vez hemos hecho juntos,
tal vez menos de las que me gustarían. Esos días, como he dicho pocos, son para
mi algo especial. Ya no es en sí el viaje, ni tan siquiera lo que nos atrae
para visitar ese sitio: son ellos, que me cargan de energía, que me hacen creer
que merece la pena vivir. Como es habitual en estos encuentros reímos,
lloramos, disentimos, admiramos, compartimos y a veces hasta pasamos miedo,
jajaja. Me estoy poniendo demasiado profunda y pienso que no es momento para
cansaros con mis historias, por eso me voy ya a la receta que es facilita, como
las que os gustan a vosotros y que por descontado nos va a venir de escándalo
para depurar un poquito los excesos navideños.
Esta receta os la traigo en recuerdo de ese día pues además
no la había subido aún y merece la pena por muchos motivos que me quede en la
memoria.
Ingredientes:
- Alcachofas frescas
9.
- Jamón serrano 200
g.
- Cebolla ½.
- Harina 1 cda. rasa.
- Vino Montilla 1
vaso.
- Agua de cocción 250
ml.
- Perejil.
- Aceite de oliva.
- Sal.
Elaboración:
Limpia las alcachofas de las hojas externas duras y recorta
las puntas, lávalas bajo el grifo e introdúcelas enseguida en agua con un
manojo de perejil. Como nos gustan mucho los tallos, especialmente a mi marido, los pongo también y no los desecho, hay que quitarles entonces la piel exterior más dura. Cuece en agua con algo de sal hasta que estén tiernas pero enteras (quince minutos aprox.) y ponlas a escurrir. Reserva parte del caldo de
cocción.
Sofríe en cinco cucharadas de aceite la cebolla muy picada,
medio pochada incorpora el jamón en daditos y rehoga un par de minutos, a
continuación echa la harina y cocínala un momento moviendo para que no se agarre.
Añade el vino y el agua de cocción, diluye la harina para que no queden grumos.
Incorpora las alcachofas y deja cocer el conjunto hasta que
haya espesado la salsa que debe quedar a media densidad, suave y brillante.
Sirve con perejil picado por encima.