¡Hola, Bienvenidos!

¡Hola amigos!


Os abro encantada las páginas de este blog. ¡Bienvenidos!

La cocina para mí es entretenimiento, un motivo para relajarme, expresarme, experimentar y hacer disfrutar a quienes prueban mi comida; incondicionales mi familia y amigos (siempre muy agradecidos), tengo motivos para poner pasión en cada uno de los platos que hago, ojalá logre transmitírosla.


Lo dedico a mi madre.

miércoles, 24 de marzo de 2021

CEBOLLITAS EN ESCABECHE ESPECIADO

 



Algunas veces cuando voy a la compra si me encuentro cebollitas las compro. Dan mucho juego. Lo bueno que tienen es que con casi cualquier cosa casan de maravilla, lo que hace que se te despierte la imaginación.

 

Así surgió un día esta receta en la que no se necesita de ningún otro ingrediente para que las cebollitas brillen por sí solas. Imprescindibles un buen aceite, un buen vinagre, sal y las especias.

 

¿Qué hacer con ellas una vez cocinadas? Pues como son una tentación, podéis incluirlas en ensaladas, acompañar con carnes y pescados, con salazones, en sándwiches, en hamburguesas, con guisos de legumbres... ¡y tal cual! porque se merecen su individualidad. Me pincho una y me la regalo porque me la merezco jjj, sabias palabras.

 

A mí me gusta dejarlas un par de días en el frigo para que se acentúe el sabor. A medida que pasen los días irán tomando fuerza.

 

Os dejo la receta aquí, muy fácil:

 

 

INGREDIENTES:

 

- Cebollitas 16

- Clavos de olor, 2.

- Cilantro semillas, 1 cda rasa.

- Pimienta negra molida, 1 cda rasa.

- Cúrcuma, 1 cdta.

- Jengibre polvo, 1 cdta.

- Aceite de oliva, 100 ml.

- Vinagre de Jerez, 40 ml.

- Agua o caldo de carne, 150 ml.

- Sal.

 

ELABORACIÓN:

 

Enjuaga las cebollitas debajo del grifo. Escalda un par de minutos en agua hirviendo para poder pelarlas con facilidad. Espera que templen y quítales la piel.

 


Calienta el aceite y mantenlo a fuego bajo. Echa las cebollitas y las vas dorando despacio, que no se quemen, y girándolas de posición para que queden de manera uniforme.

 

Retira a un lado el recipiente y espera un par de minutos para echar el vinagre, las especies, el agua y la sal.

 



Vuelve al fuego el cazo y cuece a fuego medio cuarenta minutos. Si se quedan secas añade un poco de agua y un chorrito más de vinagre.

 



Conserva, cuando hayan enfriado, en el frigo.

 

Probadlas, por ejemplo, con anchoas de Santoña ¡vaya caprichito!





viernes, 19 de marzo de 2021

MUSLOS DE PATO EN SALSA DE CÍTRICOS

  


Con esta receta me uno a la celebración de mi querida amiga Marisa, Thermofan, para la celebración de su décimo cumpleblog. El lema elegido es "Te regalo mi receta" y yo encantada de regalarla, además de sentirme muy halagada por su invitación.

 

Para promocionar los productos de La Comunidad Valenciana, Marisa ha ideado que elaboremos un plato usando alguno de ellos. Estos productos están avalados por la Denominación de Origen Protegido (DOP) o la Indicación Geográfica Protegida (IGP): Productos de Valencia.

 

 


Varias empresas colaboran presentando sus alimentos.

 





Yo me he decantado por naranjas y mandarinas de lovelahuerta.com para mi receta de muslos de pato en salsa de cítricos. Estas naranjas y mandarinas tienen un sabor inigualable porque son naturales 100 % y recolectadas en su punto óptimo de maduración. Lo que es ya una apuesta segura para usarlas en mi plato.

 

Espero que le guste a Marisa, lo he hecho con todo cariño para ella porque se lo merece y por toda la paciencia que tiene conmigo. Felicidades por esos diez años fructíferos en los que nos has regalado tú también y enseñado tantas cosas.

 

-o0o-

 

En el mercado podemos disponer de piezas de pato envasadas con todas las garantías, lo que nos facilita bastante su uso, puesto que vienen cocinadas a falta de calentar, ya sea en horno o en sartén, incluso en microondas. Procuro, si se trata de confit, dar un dorado bonito, por eso casi siempre elijo el gratinado del horno. Conviene que antes de empezar el cocinado se limpien bien las piezas para retirar en lo posible gran parte de la grasa que las envuelve, lo mejor es usar papel de cocina. Debéis seguir las indicaciones del fabricante que aparecen en los envases.

 

Lo habitual sería servir con una guarnición de patatas en cualquiera de sus modalidades, setas, manzanas, peras o frutos rojos. Digamos que es lo clásico.

 

Hoy quiero enseñaros una receta de salsa espectacular que hará que os luzcáis en un día especial. Si sobra os vendrá muy bien para unos rollitos de primavera, incluso para carnes de cerdo especiadas.

 

INGREDIENTES:

 

- Zumo natural de 2 naranjas.

- Azúcar blanca 60 g.

- Fresones 6 (grandes).

- Pimienta negra recién molida.

- Sal (pizca).

- Brandy 2 cdas soperas.

- Maizena 1 cda, rasa.

 

Para caramelizar las frutas de guarnición:

 

- Fresones enteros (pequeños).

- Mandarinas en gajos.

- Azúcar, 2 cdas.

- Mantequilla, 2 nueces.

 

ELABORACIÓN:

 

Pon a calentar el zumo de naranja con el azúcar (60 g) en un cazo, cinco minutos a fuego medio. Después añade los 6 fresones grandes troceados en daditos, cuece hasta que se reduzca el líquido a la mitad. Bate y cuela con un colador de malla fina. Reserva.

 


En una sartén echa las dos cdas. de azúcar y haz un caramelo dorado, enseguida agrega la mantequilla y antes de que funda incorpora los gajos de mandarinas (de tener semillas deberás quitarlas) y los fresones pequeños. En un par de minutos, siempre con el fuego moderado, las pasas por ambos lados, después las retiras a un papel de horno. Reserva hasta el emplatado.

 


Vuelca el preparado de zumo sobre la sartén y desglasa a fuego medio. Devuelve al cazo. Salpimenta. Disuelve muy bien la harina de maíz en el brandy y la añades a la salsa, volviendo a calentar y removiendo despacio hasta conseguir un aspecto brillante y cremoso.

 

 

Enciende el horno y gratina los muslitos, mientras se acaba de hacer la salsa, hasta que cojan color dorado. Sigue las instrucciones del fabricante.

 

Sirve sobre una base de salsa, salsera aparte, y adorna con la guarnición de fruta caramelizada.




lunes, 15 de marzo de 2021

EMPANADILLAS ASIÁTICAS HORNEADAS

 





Nos gusta el estilo asiático y nos gustan las empanadillas. La receta que subo hoy no la vais a encontrar por Google porque me la he inventado, así que id tomando nota que merece la pena tenerla.


Si son horneadas nos han ganado, que andamos siempre en busca de reducir calorías como sea.

 

Os gustará probar con estas obleas hojaldradas que compré en el súper, si no las encontráis comprad las de vuestra confianza.

 

Más contentos nos pondremos si encima son vegetales. No os traigo más que buenas noticias, intento cuidaros 👌👌👌 😅

 

Aquí os dejo la receta, veréis que no es nada complicada, si ya habéis hecho anteriormente empanadillas, no obstante os dejo el paso a paso.

  

INGREDIENTES: 12 empanadillas.

 

- Zanahorias medianas, 2.

- Puerro (parte blanca), 1.

- Lombarda, cantidad similar a las zanahorias.

- Salsa de soja (baja en sal). 1 cda.

- Aceite de sésamo ½ cda.

- Aceite de girasol, 3 cdas.

- Huevo para pincelar.

- Semillas de sésamo sin tostar.

- Sal.

  

ELABORACIÓN:

 

Quita la piel a las zanahorias y haz bastoncitos. Retira las puntas del puerro, desecha la parte verde, haz un corte en esta parte blanca en forma de cruz, abre las hojas y lava debajo del grifo. Haz bastones del mismo grosor que las zanahorias. Corta en juliana fina, la lombarda, aclara en agua y escurre. 

 


Calienta una sartén amplia y añade el aceite de girasol. Agrega la verdura, sazona un poco y saltea diez minutos. Mejor que quede un poco al dente.


Añade la soja y el aceite de sésamo, mezcla y rehoga un par de minutos. Retira y deja que se temple.

 

 

Coloca sobre la encimera las obleas de las empanadillas, sin quitar el papel de fábrica (te facilitará la tarea, arrastra el papel para hacer el doblez). Distribuye el relleno entre ellas. Sella presionando los bordes con los dedos y para asegurar que no se abran usa un tenedor, haciendo el clásico dibujo de las empanadillas.

 


El horno debe estar previamente encendido a 200 °C. Prepara una bandeja con papel vegetal. 


Coloca en la bandeja dejando un espacio entre ellas. Pincela con el huevo batido. Esparce las semillas de sésamo por encima.

  

Introduce en el horno a media altura y hornea hasta que se doren.

 

Pásalas a rejilla y sirve.






lunes, 8 de marzo de 2021

MEJILLONES TIGRE


 



Por aquí me tenéis otra vez, que vengo a dejaros unas recetillas de esas que se acumulan en borradores con la esperanza de encontrarse algún día publicadas en este blog.

Aprovecho para daros una vuelta que hace mucho que no sé de vuestra vida, y que si son cosas buenas para contarme me pondréis muy contenta.

De la mía os diré que sigue su bendita rutina y que no quiero que de momento me cambie, ya es mucho ¿no creéis?

La receta de hoy es bien conocida por todos y tal vez es una de las tapas más buenas que habéis comido. Lo cierto es que no la preparo con frecuencia, ésta en concreto la tengo escrita desde casi un año.

Se resume en hacer una bechamel a la que se le añaden como ingrediente principal mejillones que se han cocido previamente en vino de Jerez. Lo original de la tapa es que se rellenan las conchas con la bechamel. Después se pasan por harina, huevo y pan rallado y se fríen como las croquetas.

Cada maestrillo tiene su librillo para hacerlos, como ocurre con lo demás. Yo os dejo mi manera a ver si os gusta.

 

INGREDIENTES:

 

- Mejillones limpios, 400 g.

- Vino de Jerez, 50 ml.

- Laurel, 2 hojas.

- Puerro, 1 (parte blanca)

- Harina de repostería, 50 g.

- Leche entera, 200 ml.

- Pimienta blanca molida.

- Aceite de oliva 4 cdas.

- Mantequilla, 2 dados.

 

Para emborrizar:

 

- Harina.

- Huevo batido.

- Pan rallado.

 

- Aceite de oliva para freír (suficiente para que queden cubiertas las piezas).

 

ELABORACIÓN:

 

Cuece los mejillones limpios en el vino  con las hojitas de laurel y una pizca de sal. Antes de cocerlos desecha los que estén en mal estado pues pueden arruinarte el plato. Tapa y deja infusionar veinte minutos. 

 

Retira los mejillones de sus valvas, reservando parte de éstas, y pica la carne del marisco. Cuela y guarda el caldo de la cocción.

 

Sofríe el puerro cortado menudo en el aceite y la mantequilla. Deja que dore un poco.

 

Añade la harina, rehoga un par de minutos. Incorpora la leche y el caldo de cocción. Salpimienta (cuidando de no poner mucha sal).

 

Cuece la masa quince minutos a fuego medio, añade los mejillones picaditos, removiendo sin parar hasta que se desprenda del fondo y las paredes de la sartén.

 



Vuelca en una bandeja y espera que temple. No dejes que se enfríe, ya que es mejor que no endurezca demasiado para poder adaptar la masa a las valvas con más facilidad.

 

Rellena las conchas. Pasa por harina, huevo batido y por último pan rallado.

 

Fríelos en cazuelita, más bien pequeña, para ahorrar aceite, siendo así quedarán al echarlos perfectamente cubiertos.

 

 

El aceite debe estar caliente, nunca humeando.

 

Fríe en tandas de cuatro cada vez, para que no descienda la temperatura del aceite que haría empapar los mejillones de grasa. Si pones más corres el riesgo de que se rompan. Si pones menos se arrebatarán. Se trata de mantener una temperatura constante. Es el consejo que me gusta recordaros cuando se trata de freír.

 

Cuando estén doraditos los pasas a un papel de cocina y los sirves enseguida.

 

Quedan espectaculares. No dejéis de probarlos.