En una receta pasada os traje la
ensaladilla clásica de mi madre,
que casi siempre estaba presente en fiestas familiares y de amigos. Quedaba
especialmente vistosa y con sabores poco frecuentes para paladares no acostumbrados,
como por ejemplo a la remolacha. Esta otra es sencilla y no por ello menos
buena. Sus ingredientes se componen de patatas, gambas y mayonesa, sin más. En
determinados restaurantes de solera de Granada era un plato muy demandado
acudiendo gentes de fuera a tomar "una concha", que así se llamaba a
una bandeja pequeña, alargada y blanca, siempre en compañía de una cerveza fría
y unos colines de pan. Aquellos restaurantes eran El Suizo, Los Manueles, El
Chicote, El Cunini, El Sevilla, El Niza y El Gregorio, tal vez hubiera alguno
más, pero estos eran los más emblemáticos, siendo especialmente demandada la de
El Suizo, en plena Puerta Real, lamentablemente hoy desaparecido. Con mucho
acierto hoy día la hacen en la prestigiosa pastelería López Mezquita, dónde puedes encargarla y llevártela a casa, particularmente yo la encuentro
fantástica ¡Ah! que no me regalan nada.
Os dejo la receta, que a mi manera yo
hago y con la que disfrutamos siempre.
Ingredientes:
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Gambas blancas 300 g.
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Patatas medianas 3.
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Sal.
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Mayonesa.
Elaboración:
Lo primero es cocer las gambas con agua
que las cubra y un poco de sal. Partir de agua fría y cuando rompa a hervir
apagar el fuego y dejar enfriar dentro.
Mientras enfría, pelamos y cortamos las
patatas en daditos. Las lavamos hasta que pierdan el almidón.
Pelamos las gambas y guardamos las
cabezas y las cáscaras. Reservamos las colas.
En el agua de haber cocido las gambas
echamos cabezas y cáscaras, las batimos con la batidora en tres golpes, unos segundos, no más.
Colamos el caldo y añadimos agua
suficiente para cocer las patatas, no pongáis demasiada para no aguar.
Rectificar de sal, hay que poner poca.
Echamos a cocer las patatas desde frío.
Vigilamos la cocción, deben quedar al dente. Se cuecen enseguida. Probad pinchando con un tenedor,
si entra fácil, las apartáis.
Las sacamos escurridas del caldo (este
caldo lo guardáis pues queda muy rico para sopas de pescado) y las disponemos
en una bandeja. Les añadimos las colas de las gambas y mezclamos con cuidado.
Dejamos que enfríe y luego ponemos la
mayonesa (si es casera ponedle limón en lugar de vinagre, así era la clásica)
con la que impregnamos bien patatas y gambas. Adornamos como más guste, pero no
metáis huevos cocidos, ni morrones, ni aceitunas, tal cual, en estado puro, con la misma gamba si es nuestro gusto decorarla, "la chorretada" mía ha sido poner unas cigalas que tenía para aprovechar su frescura. Servimos fría, del frigo.