Se acercan los días de Semana Santa, y como es típico en
nuestra tierra, sacamos la tradición a la mesa un año más.
He buscado un momentillo para haceros llegar esta receta que
tenía en mente subir hace bastante tiempo.
Es una receta antigua, pero que perfectamente encaja hoy día
en nuestros gustos.
¿No os van a apetecer un par de ellas con una cerveza fresquita? Estoy segura que a más de uno sí. Muy propias para tapear en una
terraza... o donde vosotros queráis.
Tal vez no sean las típicas croquetas portuguesas, aunque
muy parecidas. El caso es que se devoran con la vista y están ¡para comérselas!
Como siempre os mando un saludo cariñoso a tod@s.
Ingredientes:
- Patatas medianas 3.
- Bacalao desalado
(puesto a remojo 12 h. cambiando el agua 2-3 veces) 160 g.
- Ajos 2 dientes.
- Perejil un manojo.
- Pimienta negra
recién molida.
- Sal (si se
necesita).
Para rebozar;
- Harina.
- Huevo batido.
- Pan rallado.
- Aceite de oliva
abundante para freír.
Elaboración:
Asa las patatas al microondas 10 minutos. Gíralas de
posición a la mitad del tiempo. Deja templar y les retiras la piel. Después las
chafas con un tenedor.
Seca con papel de cocina y limpia el bacalao de pieles y
espinas (de tenerlas). Trocea menudo.
Mezcla muy bien las patatas con el bacalao. Añade los ajos y
el perejil picados. Tapa el recipiente y mete en el frigo una hora.
Es el momento de probar la sazón. Rectifica de sal, si la
necesita, y pon la pimienta.
Incorpora el huevo a la mezcla.
Da forma a las croquetas. Pásalas primero por harina, luego
por huevo batido y después por pan rallado.
Fríelas en abundante aceite de oliva (escoge un recipiente
hondo y no muy grande para freírlas, así no gastarás en exceso). Mantén una
temperatura constante, media, fríe de pocas en pocas para no enfriar el aceite
y correr el riesgo de empaparlas o romperlas.
Pasa a papel de cocina y sirve. ¿Qué tal con un salmorejo?