Tal vez estaréis pensando que de dónde me
he sacado esta receta. Pues bien, no la he inventado yo, sino que se hace desde
antiguo en dos bonitos pueblos de la provincia de Córdoba, que yo sepa, (si
hay alguno más lo desconozco) esos pueblos son Montilla y Priego, que con muy
pocas diferencias en su elaboración, fabrican este manjar.
Mi amiga Aurora nos trajo uno de Priego unas
Navidades, tanto nos gustó que decidí imitarlo y desde entonces,
con más o menos acierto, lo reproduzco haciéndolo para festejos y Navidad.
No mucho después mi amiga Amparo me
regaló uno de Montilla, por eso conozco su procedencia y las peculiaridades que
cada uno tiene.
Siempre pido permiso a aquellos que son los
verdaderos artífices, hoy no iba a ser menos. Aquí os dejo la receta.
Ingredientes para el brazo:
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Huevos 6.
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Azúcar 150 g.
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Harina de repostería normal 80 g.
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Maizena 80 g.
Ingredientes para el relleno:
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Mantequilla a temperatura ambiente 180 g.
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Queso roquefort 180 g.
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Jamón cocido 200 g.
Elaboración:
Separamos en dos boles las claras de las
yemas, los huevos tienen que estar a temperatura ambiente para que monten
mejor. Encendemos el horno a 180 ºC y preparamos la bandeja de horno con papel
sulfurizado. Añadimos el azúcar a las yemas y batimos con batidor de varillas
durante cinco minutos hasta que se vuelvan blanquecinas. Cernimos las harinas y
las integramos a las yemas con movimientos suaves y envolventes.
A las claras les ponemos un pellizquito
de sal y las batimos a punto de nieve fuerte.
Incorporamos las claras al preparado de
yemas, en dos veces con cuidado para no bajarlas.
Extendemos el preparado y lo alisamos con
un cuchillo de hoja ancha sobre la bandeja de horno, procurando que quede bien
distribuido.
Metemos en el horno dónde dejamos que se haga
durante doce-quince minutos (vigilad el horno para que no se pase, ya que si no
podría rompérsernos al enrollarlo). Humedecemos un paño limpio, que no hayamos
lavado con suavizantes para que no le aporte sabores raros, lo metemos unos
segundos en el microondas, lo sacamos y lo extendemos sobre la encimera volcando
el bizcocho sobre él (ha de hacerse muy deprisa para que no llegue a enfriarse)
con el papel para arriba y desprendiéndolo con cuidado lo retiramos.
Enrollamos el bizcocho presionando con
las dos manos, ayudándonos con el paño (el paño no debe quedar dentro).
Al hacer esto le hemos dado flexibilidad
al bizcocho por lo que ya podemos tranquilamente preparar nuestro relleno. Lo
dejamos en el paño liado.
Mezclamos bien la mantequilla con el
queso haciendo una pasta homogénea.
Extendemos el brazo y lo untamos con esta
crema. Cubrimos con el jamón cocido, bien alineado.
Volvemos a enrollar haciendo igual presión con ambas manos de un lado y de otro, pero sin aplastar, dejando que ruede a su amor. Se saldrá algo del relleno que recortaremos con unas tijeras.
Dejamos envuelto en el mismo papel que lo
horneamos y lo metemos al frío.
Después de un par de horas podremos
utilizarlo. Para servirlo le cortamos las puntas que no quedan estéticas. Cortamos en ruedas de aproximadamente un dedo de ancho y las colocamos en una bonita fuente. Lo que
no gastemos se conservará bien en papel film en el frigorífico. También se puede
congelar y usarlo cuando nos convenga.
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Para mi amiga Nati con cariño.
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Para mi amiga Nati con cariño.