Mi última receta de temporada, con ella me despido de
vosotr@s hasta septiembre. He elegido este pastel, que aún no había subido al
blog, para que os quedéis con un buen recuerdo. Aprovecho que es tiempo de
cerezas y de picotas, y como estos años pasados no se me ocurrió hacerlo, he
pensado que tal vez os gustaría saber cómo lo preparo yo. No tiene dificultad,
acaso estaría en elaborar el bizcocho, pero como sé que de eso andáis más que
sobrados os animo a hacer el pastel ayudados por tres "puntillos" muy
fáciles, sin duda una buena receta para un principiante. Mucha literatura pero
al final no es nada.
Tendréis en cuenta que para que quede genial os llevará tres
días la preparación. El primero elaborar el bizcocho, el almíbar y la
maceración, el segundo toca el montaje y el tercero, que es cuando ya podréis
"hincarle el diente", será el necesario para que tome los sabores.
Hasta pronto y muchas gracias a todos, deseo que vuestras
vacaciones os sienten de maravilla. Mando besos a todo el mundo y mis mejores
deseos de felicidad.
Ingredientes para el bizcocho:
- Harina de
repostería 100 g.
- Margarina 100 g.
- Azúcar glas 100 g
- Huevos L 3.
- Levadura Royal ½ sobre.
- Cacao en polvo
Valor 2 cdas. soperas.
- Agua 100 ml.
- Kirsch (licor de
cerezas) 2 cdas.
- Azúcar 3 cdas.
Ingredientes para el relleno y la cubierta:
- Cerezas o picotas
250 g.
- Kirsch 2 cdas.
- Nata, especial
montar 400 ml.
- Azúcar 4 cdas.
- Chips, fideos o
trocitos de chocolate negro.
Elaboración:
Para hacer el bizcocho bate con varillas la margarina con el
azúcar glas hasta conseguir una pasta blanquecina y cremosa.
Añade las yemas de los huevos (a temperatura ambiente) y bate. Incorpora poco a poco la harina, la levadura y el cacao
cernidos, ahora sin batir, mezcla envolviendo suavemente. Por último, agrega las claras en dos veces procurando no bajar la mezcla.
Vuelca la masa en un molde redondo de aprox. veinte cm. de
diámetro, previamente preparado con
papel de horno engrasado (engrasa igualmente los lados del molde).
Con el horno precalentado, cinco minutos antes, cuece a 180 ⁰C,
30-35 minutos. Deja templar y airea sobre una rejilla.
Es preferible guardar el bizcocho hasta el día siguiente y
este mismo día aprovecharemos para macerar las cerezas y preparar el almíbar y
que estén en su punto para el día del montaje.
Deshuesa las cerezas y las partes por la mitad, las dejas
macerar toda una noche en dos cucharadas de azúcar y dos de Kirsch.
Haz un almíbar que guardas para el día siguiente bañar el
bizcocho, para ello mezcla 3 cucharadas soperas de azúcar con cien mililitros
de agua. Cuece cinco minutos a partir del primer hervor, retira e incorpora el
licor. Reserva.
Al día siguiente incorpora el líquido de la maceración de
las cerezas al almíbar y mezcla.
Corta con cuidado el bizcocho con un cuchillo, o lira, más o
menos a la mitad. Coloca en el plato o bandeja donde luego lo presentarás. Para
no manchar protege el fondo con tiras largas de papel de horno que luego podrás
retirar cómodamente con un seco y ligero tironcito.
Cala la base cortada usando la mitad del almíbar pinchando
la superficie con un tenedor.
Monta la nata muy fría y con varillas. A mitad del montado añade dos cucharadas de
azúcar colmadas poco a poco e integra.
Extiende sobre la base algo menos de la mitad de la nata e
incrusta las cerezas maceradas, reservando algunas para la decoración. Tapa con
más nata hasta consumir la mitad aproximadamente.
Cubre con la otra mitad del bizcocho y procede lo mismo,
pincha, cala y agota el almíbar.
Extiende nata en la superficie y lados, reserva algo para
adornar.
Salpica trozos de chocolate por todo el pastel y decora a tu
gusto. Pon al frío y sirve al día siguiente.