Hoy probamos con una nueva receta de pasta, al menos no muy
frecuente en esta casa. Alguna vez nos hemos lanzado a por la novedad
aventurándonos al cambio. ¡No me digáis que no! A veces nos ha salido la jugada
bien y otras no tanto. Nos rondaba la idea de cocinar aquel plato del que
supimos hace años y que inconscientemente "grabamos a fuego" en
nuestra cabeza y un día decidimos que tenía que salir para liberarnos, sí o sí
(obvio hacer mención a otro tipo de descripciones menos afortunadas). Luego,
nos hemos quedado meditando si ha merecido la pena el esfuerzo y la puesta en
escena de todos nuestros sentidos.
Os recuerdo esas veces que llegan a comer "los
conocidos hambrientos" esperando lo clásico y se sientan a la mesa sin
mucho mirar y de pronto ¡¡¡lo ven!!! jajaja. De inmediato imagino sobre sus
cabezas el signo de interrogación (?) Seguidamente se produce un barrido a ras
de tierra, más bien de mesa, que escruta
al milímetro la bandeja de servir y todo lo que en ella "pulula". Dos
segundos después no ha quedado nada por analizar. ¡El CSI, válgame el cielo! Y
entonces todos los ojos te disparan agujas del cinco ¿hay agujas del cinco? jjj. Ya sabéis lo que sigue: ¿alguien quiere mejor
un par de huevos fritos?
No, no os pasará con este plato de pasta, os lo aseguro.
Dejamos los huevos para otra ocasión.
Con esta receta me despido de vosotros hasta después de
Semana Santa. Deseo que descanséis.
Ingredientes:
-Tallarines 300 g.
- Perejil.
- Albahaca.
- Ajos 2.
- Anchoas 5.
- Tomates naturales
de pera 2.
- Tomate frito 100
ml.
- Vino jerez 1 vaso.
- Orégano.
- Pimienta blanca
molida.
- Aceite de oliva.
- Sal.
Elaboración:
Cuece la pasta al dente en agua hirviendo con sal.
En cuatro cucharadas de aceite sofríe los ajos, el perejil y
la albahaca picaditos a fuego medio. Antes de que tomen color los ajos
incorpora las anchoas, también picadas, y los tomates, sin piel y en dados
pequeños. Añade un vaso de Jerez seco y deja que reduzca la salsa. Después de
reducida agrega el tomate frito, rehoga un par de minutos y pon la pimienta.
Sirve la pasta con la salsa. Acompáñala con queso manchego
rallado para que cada uno se sirva la cantidad que desee.