Tocamos Italia con esta salsa, concretamente procede de Bolonia y sus alrededores. No creo que exista alguien que no la conozca en el mundo occidental, pues ha llegado a muchos lugares y hoy todos la cocinan para acompañar a la pasta, en especial a los espaguetis.
Imprescindible se hace también en las lasañas y otras
preparaciones parecidas y hasta en ocasiones con otros ingredientes que no
tienen nada que ver con la pasta. Se ha convertido en una salsa fundamental
pasando a ser familiar en todos los hogares. Para la juventud es una receta
imprescindible, no sé qué tiene que gusta tanto a la gente menuda.
Dedico esta receta a aquellos jóvenes que comienzan sus
andaduras en solitario, ya independizados, ya por Erasmus, o ya porque un día
les apetece preparar su propio plato de pasta, sin la supervisión de un
"ojo escrutador a sus espaldas" (tipo Chicote, jajaja...), es un placer para mí pasarles mi
receta esperando que les guste, no mucho, muchísimo.
Ingredientes:
- Ajos 2 dientes.
- Cebolla ½.
- Zanahoria 1.
- Apio fresco 1
ramita.
- Perejil fresco 2
ramitas.
- Setas
deshidratadas, Boletus (las compro en Lidl) 25g.
- Tomate triturado de
lata 400g.
- Azúcar 1 cda.
- Vino blanco:
Montilla, Manzanilla, Jerez... 1 copa.
- Aceite de oliva 4-5
cdas. soperas.
- Sal y pimienta
molida.
Elaboración:
Hidratamos las setas en un bol con agua templada.
Ponemos el aceite a calentar y sofreímos en él las
hortalizas muy picaditas: ajos, cebolla, zanahoria y apio.
Añadimos la carne al sofrito y esperamos a que cambie de
color, sazonando con sal y pimienta.
A continuación, escurrimos las setas y las picamos menudas,
agregándolas a la sartén. Tres minutos después ponemos el vino y dejamos que
evapore. Incorporamos el tomate y cocemos con una cucharada rasa de azúcar,
diez minutos a fuego medio, o hasta que el tomate haya perdido el agua.
Rectificamos de sal.