Muchos os habéis sorprendido con mis croquetas, y como me
comprometí a pasarlas al blog, aquí estoy para que conozcáis de primera mano
esta receta tan singular.
Desde el principio os diré que para hacerlas no he tenido
más que darle salida a ese vino de calidad que quedó de una comida navideña, y
que estando abierto dudé si se gastaría antes de que fuera tarde. Por
descontado debía pensar en algo diferente a lo habitual, que no fuera el simple
hecho de ponerlo en un guiso o salsa.
La idea surgió a raíz del día de la croqueta, aunque llevaba
tiempo meditando sobre la posibilidad de sacar algo interesante sobre el tema.
Por probar nada se pierde, así aparecen muchas veces platos que nadie espera.
Total, si no tiene éxito con no volver a hacerlas...
Si os gusta el vino tinto, os gustarán sin lugar a dudas
estas croquetitas, sí, porque lo ideal es que vayan en formato pequeño, no me
valen los croquetones, es un bocado para aperitivo y así debéis comerlas. Un
entrante a fin de cuentas.
Y como se trata de una receta de aprovechamiento quisiera
que entrara a formar parte del proyecto de Marisa (Thermofan), si a ella le
complace aceptarla.
Os explico a continuación cómo las hice:
Ingredientes:
Vino tinto, Viña
Ardanza (Rioja), 4 medidas de un vaso de vino.
Harina de repostería,
1 medida de un vaso de vino.
Puerro 1, la parte
blanca.
Mantequilla 1 cda.
sopera.
Aceite de oliva 3
cdas.
Pimienta blanca
molida.
Sal.
Aceite de oliva suave
para freír.
Para emborrizar, en
este orden: Harina, huevo batido y pan rallado grueso.
Elaboración:
Lo conveniente antes de hacerlas es hervir el vino para que
pierda parte de su fortaleza. Yo hago siempre las croquetas, echando los
líquidos en frío, así es que espero a que haya enfriado.
Pon el aceite junto a la mantequilla en la sartén y rehoga
el puerro cortado menudito.
Añade la harina y a continuación el vino tinto. Ajusta el
punto de sal y pimienta.
Cuece de quince a veinte minutos moviendo continuamente
hasta que veas que la masa se desliza suave y se separa de paredes y fondo de
la sartén.
Vuelca en una bandeja y deja que se temple. Tapa con film y
guarda al frío si no las van a liar de inmediato.
Dales forma y las pasas primero por harina, luego por huevo
batido y por último por pan rallado.
Fríe en abundante aceite (en recipiente alto y no muy grande
para no gastar en exceso) a temperatura mediana y de pocas en pocas para
mantenerla constante.
Ponlas en papel absorbente y sirve calentitas. ¡¡¡A
disfrutarlas!!!