¡Hola, Bienvenidos!

¡Hola amigos!


Os abro encantada las páginas de este blog. ¡Bienvenidos!

La cocina para mí es entretenimiento, un motivo para relajarme, expresarme, experimentar y hacer disfrutar a quienes prueban mi comida; incondicionales mi familia y amigos (siempre muy agradecidos), tengo motivos para poner pasión en cada uno de los platos que hago, ojalá logre transmitírosla.


Lo dedico a mi madre.

jueves, 31 de octubre de 2013

FRITTATA





La frittata es a los italianos lo que la tortilla de patatas es a los españoles. Lo imprescindible, los huevos, lo demás, es decir, el resto de sus ingredientes a elegir según nuestro gusto. El procedimiento para elaborarla os lo explico más abajo. Buscad en el frigorífico y componed vuestro plato, no os vais a arrepentir. Eso sí, os aconsejo usar albahaca fresca, en su defecto orégano.


 

Ingredientes:


- Huevos 2 tamaño XL.
- Puerro 1 trozo.
- Tomate 1 pequeño.
- Queso manchego unos bastones (le va estupendo).
- Albahaca fresca.
- Brotes para decorar.
- Sal.
- Pimienta negra molida.
- Aceite de oliva 2 cdas.




Elaboración:


 




Calentamos el aceite y pochamos en él el puerro picado menudo con un poco de sal.








Batimos los huevos bien y les incorporamos el puerro,  sal y  pimienta.


 



Pelamos y cortamos el tomate en daditos pequeños y el queso en bastones no muy anchos.

 



 



Ponemos al fuego una sartén antiadherente untada de aceite y volcamos los huevos batidos con el puerro.





 


Sobre ellos, colocamos el queso y el tomate y tapamos con una tapadera del mismo diámetro de la sartén. Mantenemos tapado hasta que cuajen los huevos. No le damos la vuelta, sino que la dejamos que se haga sólo puesta de un lado, por lo que tendremos que vigilarla para que no se nos queme, será conveniente hacerla a fuego medio. Los bordes deben quedar tostaditos y rizados.


 


 

Cuando se haya hecho, la retiramos a un plato y le picamos albahaca por encima.








Servimos enseguida acompañada con brotes tiernos de ensalada.




Otra opción de la frittata es esta, con chorizo y queso fresco.



martes, 29 de octubre de 2013

YEMAS DE COCO


 
¡El coco! ¡El coco! ¡Ha llegado el coco de Oriente! se oyó una voz cascada y atronadora, acto seguido los chiquillos agarraron sus canicas liándose en tropel, algunos hasta se cayeron y se hirieron las rodillas y los codos, pero lo urgente era huir de allí "a toda pastilla".

La placeta se quedó vacía, hasta los pajaritos que por allí revoloteaban desaparecieron en el verde de los árboles.

De pronto, por la calle más empinada apareció un hombre viejo y desaliñado con una cesta de mimbre que venía voceando su mercancía. Algunos vecinos descorrieron sus cortinas a hurtadillas para ver a aquel hombre y si es que algo vendía. Una mujer se atrevió a preguntar interrumpiendo el pregón del vendedor:

-¡Buen hombre! ¿qué es lo que vende?

El hombre se giró hacia ella y encogió los hombros contestándole:

- ¿No lo oye? pues coco, coco de Oriente.

- ¡Ah! - dijo la mujer- y se fue a curarle las heridas a su hijo.

¡A saber qué coco de Oriente vendía aquel hombre! Me sentiría feliz si os provocara una sonrisa ¡están tan caras!

Fuera de historias, que no quiero cansaros,  hoy os traigo unas yemas de coco que hace algunos años aprendí a hacer y que el único secreto que tienen es fabricarles un buen almíbar a punto de hebra, por lo demás es “pan comido". Paradoja de este minicuento que he inventado para vosotros es que el coco que voy a utilizar viene de Indonesia.



 

Ingredientes:


- Coco rallado (más rico el natural rallado por nosotros) 125 g.
- Cáscara de limón.
- Azúcar 300 gr.
- Agua 100 ml.







Elaboración:


Es mucho más cómodo comprar el coco rallado, pero sin duda el fresco sabe mejor, aporta humedad y no es dulce. Yo he utilizado el de sobre, pues tenía en la despensa para gastar y no he querido que se me eche a perder. Lo dejamos hidratar en un bol con agua hasta utilizarlo.

 




Ponemos el agua en un cazo con la cáscara de limón y 200 g de azúcar disolviéndola bien y lo llevamos al fuego. Dejamos que hierva controlando la temperatura para que no se nos derrame.




 

 

Fabricamos un hisopo con el mango de una cuchara larga y un trozo de tela limpio mojado en agua, para ir retirando el líquido que va pegándose a las paredes del cazo, pues si seca se cristaliza y entonces se nos estropea el almíbar. Al no tener un pesajarabes, hay que estar más pendientes de la cocción.



 
 


Dejamos que hierva despacio y con la cuchara de madera, con el dedo índice y pulgar (mojados para no quemarnos) retiramos un poco y lo ponemos entremedias de los dos separándolos enseguida para comprobar el grado de cocción. Estará en su punto cuando salga entre ellos un hilo firme. Retiramos del fuego.



 




A continuación agregamos el coco, bien escurrido y mezclamos, volviendo a poner el cazo en el fuego un par de minutos.





 





Dejamos templar volcando sobre la encimera.







 



Tomamos porciones parejas, que redondeamos, y rebozamos con los otros 100 g de azúcar.








Las colocamos en capsulitas de papel y esperamos a que se enfríen.

  

domingo, 27 de octubre de 2013

COLIFLOR SOBRE SALSA DE ALBERO AMARILLO




Aprovechando que es tiempo os dejo hoy una receta de coliflor, que he modificado ligeramente de la de mi madre, pero que en esencia no ha perdido nada del sabor original.

 

Ingredientes:



- Coliflor 400 g.
- Almendras sin piel 30 g.
- Cebolla mediana 1.
- Harina para emborrizar.
- Harina 1 cda. para la salsa albero.
- Leche 250 ml.
- Condimento amarillo 1cdta.
- Aceite de oliva.
- Sal.




Elaboración:

 



Lavamos y cocemos la coliflor en agua hirviendo con sal, cortada en ramilletes, durante diez minutos para que nos quede al dente. Escurrimos bien.


 








Los pasamos por harina sacudiendo el exceso.

 




 



Freímos en aceite que los cubra hasta que tomen color dorado. Reservamos tapados para que no pierdan calor.

 


 



Retiramos el aceite de la fritura dejando un par de cucharadas, en donde pondremos las almendras desprovistas de la piel a dorar un minuto. Retiramos a un mortero para majarlas (no demasiado) con un poco de sal.

 


 



Incorporamos a este mismo aceite la cebolla cortada muy menuda y cuando se haya pochado le añadimos la harina y la leche, con un pellizquito de sal y el condimento amarillo. Dejamos cocer unos minutos, moviendo para que no se pegue.





Emplatamos poniendo de base la salsa albero y sobre ésta los ramilletes. Espolvoreamos las almendras picadas por encima. Se come partiendo con el tenedor trozos de la coliflor y untándolos en la salsa.

Servimos caliente. Si por cualquier circunstancia se nos hubiera enfriado, podemos darle unos minutos en el horno.




viernes, 25 de octubre de 2013

ROLLITOS DE PRIMAVERA




Un plato por excelencia de la cocina China, todavía recuerdo cuando los vimos por primera vez y los mirábamos con suspicacia. ¡De la China! ¿de qué estará hecho esto? Y los más atrevidos los pedían retrepados en sus sillas lacadas en negro, en aquellos primeros restaurantes chinos que llegaron a Granada, con cara de "enteraos", y luego se los comían poniendo un gesto raro y sobre todo cuando les echaban por encima la salsa agridulce ¿esto es para ponérselo encima? y se la ponían, algunos los enterraban literalmente y otros echaban un poquitín, no fuera aquello a ser responsable de tirar el rollito entero... y como con el paso del tiempo nos hemos ido acostumbrando a la presencia y sabor de ellos, habrá algunos que pensaran ¡ah! ¿es que el rollito no es español? Es broma.

 


Aquí os traigo la receta por si queréis hacerla en casa, son fáciles de hacer y hoy día podemos encontrar fácilmente la pasta que los envuelve, que es a fin de cuentas pasta filo. El Corte Inglés los tiene y  los establecimientos orientales, y si no, podéis fabricarlos vosotros mismos cortando la pasta filo y dándoles el tamaño necesario.






 

Ingredientes:


- Obleas para rollitos de primavera.
- Col.
- Carne picada mezcla cerdo y ternera al 50%
- Zanahorias.
- Puerros.
- Ajos (no demasiado).
- Sal.
- Aceite de oliva.
-Salsa agridulce.





Elaboración:


No os he dado cantidades para que hagáis vosotros los que queráis,  si hacéis más podéis congelarlos para otra ocasiones. Si os parece bien, podéis poner más de una verdura que de otra o poner más carne.

 



En tres cucharadas soperas de aceite pochamos los ajos picados y después que se hayan dorado un poco, echamos la carne y esperamos a que cambie de color.



 



A continuación añadimos, los puerros cortados pequeños, la col en juliana y las zanahorias cortadas en bastoncitos. Sazonamos.

Cinco minutos después retiramos del fuego y dejamos que se temple.





Separamos con cuidado las obleas y las vamos rellenando, las envolvemos como os explico en las fotografías, a fin de que queden perfectamente cerrados y repartida la pasta por igual. Entre la cuarta y quinta foto hay una vuelta más (que no he puesto por cuadrar las fotos) y luego el doblez de la esquina derecha.


 



Las freímos en abundante aceite (prefiero el aceite de oliva), caliente pero no arrebatado, doramos de un lado y luego del otro, dejamos sobre papel de cocina y después servimos con su exquisita salsa agridulce. Quedan fantásticos.







miércoles, 23 de octubre de 2013

POLLO TANDOORI





De vez en cuando apetece meterse en las "cacerolas" de fuera de nuestras fronteras y hacer nuestros pinitos en una cocina desconocida, de la que sólo tenemos noticia porque hemos leído algo por ahí, porque alguien nos ha comentado, o porque alguna vez la degustamos en un restaurante y luego no la volvimos a comer nunca.

En el recuerdo del paladar, de ese que ya os he hablado alguna vez, se nos quedan atrapados los sabores y aquellos olores que despedía la comida. Pues eso, el recuerdo del pollo tandoori que pedimos en una cena mi marido y yo, hace unos años, celebrando uno de nuestros aniversarios en la bonita ciudad de Nerja, se me quedó grabado.

Desde entonces...

Me he aventurado a hacerlo en casa varias veces y como nos gusta lo sigo repitiendo, lo que ya no sé es si se hace así o no. El sabor es bastante parecido y como está muy bueno os explico cómo lo hago, puede que a vosotros os guste también.




 

Ingredientes:



- Pollo en filetes gruesos 500 g.
- Especias tandoori 1 cda.
- Jengibre molido 1 cda.
- Pimienta negra molida.
- Ajos 3 dientes.
- Leche agria o yogur griego 300 ml.
- Zumo de limón (al gusto).
- Vinagre 1 cdta.
- Sal.




Elaboración:



 



Hacemos tiras con los filetes del pollo de 2-3 cm. de ancho. Los disponemos alineados en un recipiente hondo y los sazonamos con la sal y la pimienta molida. Picamos menudos los ajos.


 




Disolvemos las especias en la leche agria o yogur griego, y ya bien disueltas, añadimos el vinagre y el limón y mezclamos bien.










Cubrimos totalmente el pollo y tapamos el recipiente con papel film, para dejarlo macerar en esta crema veinticuatro horas dentro del frigorífico (esto ablandará la carne bastante).


 

 



Al día siguiente, encendemos el horno a 200 ºC, diez minutos después introducimos el pollo en una bandeja para horno, con la mayor parte del macerado y lo tendremos veinticinco o treinta minutos dentro, (dependiendo del grosor que le hayamos dado a los filetes).






Justo antes de servir le echamos de nuevo más zumo de limón, con lo que la salsa se cortará, pero no lo toméis en cuenta, sacad vuestras porciones de pollo a un plato y dejad el suero en la bandeja.

Coméroslo enseguida y veréis qué cosa más rica.




lunes, 21 de octubre de 2013

TIMBAL CON MANGO Y AVELLANAS




El timbal es un tipo de pastel que puede prepararse de diferentes maneras, ya sea por su envoltura que puede estar hecha con hojaldre, pasta brisa, azucarada, frutas o verduras laminadas, etc o por su relleno.  El timbal quedará cerrado y  guardará en su interior lo que hayamos decidido poner dentro.

Este timbal que hoy os traigo es delicioso, probadlo en un acontecimiento especial, por ejemplo, la Navidad, y os sorprenderá, no lo consideréis como un postre, aunque lo podéis tomar igualmente, se trata más bien de un entrante.


 

 

Ingredientes:


- Nata especial para montar 400 g.
- Queso de cabra tierno 150 g.
- Gelatina neutra Royal 1 sobre.
- Jamón de York para cubrir el fondo y las paredes de un molde.
- Mango.
- Avellanas.
- Azúcar.





Elaboración:


 




Separamos 100 g. de la nata (fría) y disolvemos muy bien la gelatina neutra.

 

 





El resto de la nata la ponemos a calentar y cuando hierva le añadimos la nata con la gelatina que habíamos disuelto, retirando del fuego.




 




Lo pasamos a la batidora y le añadimos el queso en trozos, batiendo unos minutos para unir bien. Reservamos.





 



Cubrimos el fondo y las paredes de un molde con jamón de York, dejando que sobresalga de los bordes para que luego nos de para cubrir el relleno.




  

Cortamos en daditos el mango (con ¼ de mango tendremos suficiente) y picamos gruesas las avellanas.






 




Ponemos una primera capa con la crema y salpicamos de mango y avellanas, volvemos a poner otra capa y otra vez mango y avellanas, así hasta que quede a un dedo del borde.






 

 





Cerramos con el jamón y lo metemos en el frigorífico hasta que endurezca.

 





Sacamos del molde y decoramos con avellanas caramelizadas y maceradas después en un buen brandy.






Servimos frío y cortado en lonchas gruesas.