La frittata es a los italianos lo que la
tortilla de patatas es a los españoles. Lo imprescindible, los huevos, lo
demás, es decir, el resto de sus ingredientes a elegir según nuestro gusto. El
procedimiento para elaborarla os lo explico más abajo. Buscad en el frigorífico
y componed vuestro plato, no os vais a arrepentir. Eso sí, os aconsejo usar
albahaca fresca, en su defecto orégano.
Ingredientes:
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Huevos 2 tamaño XL.
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Puerro 1 trozo.
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Tomate 1 pequeño.
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Queso manchego unos bastones (le va estupendo).
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Albahaca fresca.
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Brotes para decorar.
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Sal.
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Pimienta negra molida.
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Aceite de oliva 2 cdas.
Elaboración:
Calentamos el aceite y pochamos en él el
puerro picado menudo con un poco de sal.
Batimos los huevos bien y les
incorporamos el puerro, sal y pimienta.
Pelamos y cortamos el tomate en daditos
pequeños y el queso en bastones no muy anchos.
Ponemos al fuego una sartén antiadherente
untada de aceite y volcamos los huevos batidos con el puerro.
Sobre ellos, colocamos el queso y el
tomate y tapamos con una tapadera del mismo diámetro de la sartén. Mantenemos
tapado hasta que cuajen los huevos. No le damos la vuelta, sino que la dejamos
que se haga sólo puesta de un lado, por lo que tendremos que vigilarla para que
no se nos queme, será conveniente hacerla a fuego medio. Los bordes deben
quedar tostaditos y rizados.
Cuando se haya hecho, la retiramos a un
plato y le picamos albahaca por encima.
Servimos enseguida acompañada con brotes
tiernos de ensalada.
Otra opción de la frittata es esta, con
chorizo y queso fresco.