SCONES CON SUERO

Tenía que hacerlos sin falta, pues mi hija no hacía más que pedírmelos, recordando a todas horas los que había probado durante el tiempo que estuvo viviendo en Inglaterra.

Quería hacerlos pero no encontraba el momento oportuno, y claro, sin una receta fiable, me echaba la intención para atrás.

Pregunté a mis conocidos por ella y nadie me pudo orientar. Recordé que tenía un libro de una muy buena repostera inglesa y por dónde la encontré entre sus páginas, me sirvió para mucho, aunque nunca sigo las recetas al pie de la letra, siempre les doy un toquecillo personal. Os traigo el resultado de esos scones a ver si os gustan.

Ingredientes:

- Harina de fuerza para pan 250 g.

- Levadura química 2 cdtas.

- Mantequilla fría 60 g.

- Suero de mantequilla 175 ml. (Lidl).

- Sal ½ cdta.
- Huevo batido para pincelar.

- Extras de mantequilla y de harina (un poco de cada).

Elaboración:

Comenzaremos tamizando los ingredientes secos, lo haremos en un bol metido en otro más grande en el cual hemos puesto agua con hielo. Añadimos la mantequilla cortada a daditos. Frotamos rápidamente con las manos hasta hacer el punto de arena. Abrimos la harina y en el centro ponemos el suero poco a poco. No se debe manipular mucho.

 

Cuando los ingredientes estén bien mezclados, ponemos la masa sobre la encimera, ligeramente enharinada, y la amasamos un par de minutos. La extendemos dejándola con dos centímetros, más o menos. Con la ayuda de la boca de un vaso cortamos círculos.

 

  

Los vamos depositando en una bandeja de horno, con papel sulfurizado untado de mantequilla. Pincelamos con el huevo batido.

El horno estará encendido a 200 ºC. Dejamos que cuezan 15 minutos.

Los scones se comen recién hechos, si no desmerecen, no debemos dejarlos enfriar pues calentitos están mejor sin duda.

Los ingleses los acompañan con mermelada y nata. Fuente C. Bretherton.