Ingredientes:
- Lomos de bacalao desalados.
- Ajos.
- Guindilla roja.
- Aceite de oliva.
Elaboración:
Se trata de un guiso de lo más sencillo
de elaborar y con muy pocos ingredientes, sin embargo entraña un poquito de dificultad
porque hay que trabar la salsa hasta el punto de conseguir una crema y eso sólo
se consigue con una serie continuada de movimientos de la sartén, sin
desesperarse y sin prisas, hay que ligar el aceite con la gelatina que nos
proporcionan las pieles del bacalao. El fuego debe ser mediano y la mano firme
y movible.
Después de estas explicaciones a modo de
introducción a este plato, comienzo diciendo que necesitáis una sartén a prueba
de "agarres". En ella pondremos 3 ó 4 ajos grandes cortados en rodajas
y un par de guindillas (si os resulta excesivo, poned sólo una) en tres
cucharadas soperas de aceite. Dorad sin quemar los ajos, y retirad a un plato.
En ese mismo aceite colocamos los lomos de bacalao con las pieles hacia abajo y con el fuego medio haremos "bailar" los trozos durante quince minutos. No añadáis agua. Pasados esos minutos el aceite deberá haberse transformado en una salsa blanca y espesita. Giramos con cuidado de no romper el bacalao, con mimo, y hacemos por el otro lado cinco minutos más. No necesitará sal, pues los bacalaos vienen ya en su punto, más bien pasaditos.
Retiramos de la sartén y colamos la
salsa.
Emplatamos, distribuimos los ajos sobre los lomos y adornamos con perejil, si preferís picadlo por encima.
Para los cocineros expertos quizás el
tiempo de cocinado que he dado al bacalao sea excesivo, pero mi punto de vista
es menos sabio y prefiero comérmelo con los anisakis muertos.
Me encanta el bacalao aunque nunca lo he probado de esta manera,me apunto la receta y me quedo por tu cocina.un beso desde la Fragua!
ResponderEliminarEn poco tiempo paso yo a visitarte.
EliminarLoli, muchas gracias, en cuanto tenga un ratito estoy contigo. Besos.
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