Ingredientes:
- Harina de repostería
150 g.
- Azúcar 150 g.
- Huevos 4 (tamaño L).
- Mantequilla 50 g.
- Levadura química 1 cucharada.
- Manzana 1.
- Azúcar glas para
cubrir.
Elaboración:
Encendemos el horno a
180 ºC, para que vaya calentándose mientras vamos elaborando el bizcocho.
Pesamos los ingredientes y reservamos en distintos recipientes. Pelamos y
cortamos la manzana en laminitas y también la reservamos.
Preparamos un molde
circular, que untaremos con mantequilla fundida (un trocillo) ayudándonos de un
pincel de silicona, y a continuación lo enharinamos y volcamos el molde sobre
el fregadero para quitar el exceso de harina. Como esta vez he decidido hacer
el bizcocho con agujero en el centro, he utilizado un vasito de cristal, para
situarlo en el centro del molde, así al desmoldarlo nos quedará como un rosco,
para ello es necesario también ponerle mantequilla y harina al vaso por fuera.
Mezclamos bien la
harina con la levadura. Separamos las yemas de las claras. Las yemas las
batimos con el azúcar, fuertemente, hasta conseguir doblar su volumen, la pasta
obtenida tendrá un color blanquecino y al levantarla con las varillas de la
batidora eléctrica deberá formar como unas torrecillas. Es muy importante que los
huevos sean frescos y que además estén a temperatura ambiente, pues montan
mejor. Añadiremos a continuación la mantequilla que habremos derretido en el
microondas por espacio de medio minuto (tiene que estar fría y líquida).
Batimos de nuevo hasta incorporarla perfectamente a las yemas.
Volcamos en un bol la
pasta obtenida y entonces incorporamos la harina con la levadura cerniéndolas,
para eliminar posibles grumos y hacer más fina la masa del bizcocho. Echamos la
manzana cortada y mezclamos suavemente, envolviendo.
Montamos por último las
claras a punto de nieve, poniéndoles una pizca de sal.
Incorporamos las claras
en dos veces al preparado de las yemas. Cuidado en este paso, pues si se nos
bajan, el bizcocho sufrirá después las consecuencias y subirá con dificultad
(si es que sube). Habrá que mezclar como si acariciáramos algo muy delicado.
Volcamos la masa en su
recipiente y metemos al horno a 180 ºC, sin modificar la temperatura en todo el
tiempo de cocción. La bandeja del horno es mejor que esté situada una balda más
abajo de la mitad. No abráis el horno hasta pasados 45 minutos.
Desmoldaremos en
caliente, ayudándonos de pequeñas sacudidas y si es necesario pasando una punta
de cuchillo de pala alrededor. Extraemos también el vaso central con cuidado de
no romper el bizcocho, haciendo unos giros a izquierda y derecha. Dejad enfriar
al aire, si tenéis rejilla mejor aún.
Decoramos a nuestro
gusto. Mi gusto hoy ha sido cubrirlo con azúcar glas, "con esto que ha
nevado en Granada, en Motril es muy raro que nieve, para no ser menos, pues el
bizcocho nevado". Tenía de mi hija que se trajo de Mánchester unos
pollitos (aquí también los hay), y unos huevecitos de chocolate y me pareció
gracioso colocarlos encima, así es que he bautizado al bizcocho con el nombre
del pulcino (se pronuncia pulchino) que es como le dicen los italianos al
pollito. Hace unos meses sacaron una graciosa canción del pulcino que se hizo muy famosa (debajo de la foto).
Para José
María, un bizcocho sin yogurt.
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