PASTELILLOS DE CABRACHO

La primera vez que probé el pastel de cabracho fue en Sevilla, en un restaurante precioso italiano. Había oído hablar de este pastel y por dónde me trajo el camarero la carta en la que figuraba como una de sus especialidades, me llamó la atención y lo pedí. No pedí nada más, pues el camarero muy amable ¡como tenían que ser todos! me aconsejó que pidiera sólo eso.

Cuando me lo pusieron delante lo comprendí. En aquel plato de diseño especial se asentaba en el centro un buen trozo de pastel "que no se lo saltaba un galgo", se rodeaba de una ensalada descomunal, muy variada y colorida ¡éste es mi plato! -dije para mis adentros- y ya por cabezonería me lo comí entero... me habría comido medio ¡y tan ricamente!

Salí del restaurante como el lobo que se comió a los cabritillos ¡mira que estaba bueno! Como es normal en mí, lo reproduje en casa un tiempo después, pero tal vez el hecho de haberme puesto hasta las botas me hizo decidirme por ponerlo en "formato" pastelillos de un bocado, así es que si quiero más cojo otro y si no, pues ahí se queda.

Ingredientes:

- Cabrachos 2 (800 g. aprox.)

- Puerros 1.

- Ajos 2 dientes.

- Perejil unas ramitas.

- Huevos 4.

- Nata 200 g.

- Tomate frito 200 g.

- Pimienta negra molida.

- Sal.

- Mantequilla para untar el molde.

- Pan rallado para untar el molde.

Elaboración:

Al comprar los cabrachos, elegidlos de tamaño superior a 250 g por la comodidad a la hora de quitar las espinas.

Quitamos las vísceras y las escamas a los pescados y los lavamos. Los ponemos a cocer en una cacerola amplia con el puerro, el ajo, el perejil y un poquito de sal. No los coceremos demasiado para que no se desarmen, pues si los dejamos pasar luego se nos complicaría el quitarles las espinas al hacerse un todo.

 

Sacamos del caldo y cuando templen les quitamos las pieles y las espinas, debéis ser muy meticulosos en este paso pues nos llevaríamos un disgusto si quedase alguna espina y alguien se pudiera pinchar.

Encendemos el horno a 200 ºC.

 

En un bol disponemos los huevos, la nata y el tomate, aderezamos discretamente con sal y pimienta y los batimos con batidora normal.

 

A continuación echamos el pescado y batimos de nuevo, mezclando bien.

 

Preparamos un baño María y untamos un molde de cake con mantequilla y un poco de pan rallado. Volcamos el preparado y lo metemos al horno, bajando la temperatura a 180 ºC. Lo dejamos cociendo aproximadamente de hora y media a hora y tres cuartos. Comprobamos su cocción con una aguja larga.

 

Desmoldamos en frío y cortamos en trozos iguales cuadrados. Los colocamos sobre cápsulas de papel rizado y adornamos a nuestro gusto, yo he adornado con caviarArtic y unas ramitas de cebollino.

Se sirve frío, con mayonesa en un recipiente aparte, y con ensaladas variadas.