Por supuesto que no voy a meter a nadie
en el proceso laborioso de arreglar caracoles, pero es que yo tampoco lo voy a
hacer. He comprado una bolsa de caracoles congelados y ya listos para cocinar.
Cada día se nos hacen más pesadas estas tareas, que total para cuatro caracoles
que vamos a comernos no merece la pena enfrascarnos tanto.
Alguna vez los compré y me entretuve en
limpiarlos a conciencia. Os explico cómo lo hacía, por si alguien tiene ganas
de trabajar:
Dejadlos en ayunas una semana o ponedlos
a comer harina. Después se pasan a un barreño con un puñado de sal y un buen
chorreón de vinagre con abundante agua fría. Se remueven diez, quince minutos
para que suelten las babas. Luego les iremos cambiando el agua hasta que salga
totalmente limpia.
Para cocerlos hay que hacerlo con el agua
fría, con el fuego muy bajo e ir subiendo poco a poco la llama, cuando los
caracoles hayan salido de sus conchas, será el momento de subir al máximo el
fuego para que al hervir rápidamente se queden fuera de ellas. Cocemos cinco
minutos y tiramos el agua. Ponemos agua limpia y los guisamos como queramos.
Hoy los voy a poner en caldillo, otro día los traeré en salsa y otro a la
manera de Borgoña (si los encuentro grandes).
Ingredientes:
-
Caracoles congelados y limpios 350 g.
-
Cebolla 1.
-
Zanahoria 1.
-
Puerro unas puntas verdes.
-
Sal.
-
Hierbas aromáticas surtidas:
Laurel
2 hojas.
Tomillo
un manojito.
Orégano
1 cda. sopera.
Hinojo
un manojito.
Perejil
un manojito.
Hierbabuena
dos manojitos, jejeje.
Guindilla
un trozo.
Elaboración:
Aunque los he comprado ya limpios, les
doy un hervor y tiro esa agua.
Los vuelvo a poner con agua fría, dos
litros aproximadamente, y todos los ingredientes que os he contado arriba.
Los dejamos cocer una hora, iremos
añadiendo más agua a medida que se consuma.
Sacamos los caracoles y colamos el caldo.
Desechamos las hierbas y volvemos a echar los caracoles en el caldo.
Los servimos calientes en un vaso y con
palillos de madera para sacarlos.
No tengo que deciros que al día siguiente
estarán más buenos aún porque habrán tomado mejor los sabores.
Hola Alicia muy buena idea lo de los caracoles congelados, es que arreglarlos da mucha pereza, la próxima vez probare con esos,a ti te han quedado muy ricos.
ResponderEliminarBESOS ANA
¡Hola Ana Mari! me alegro de verte por aquí, al fin alguien me dice algo de los caracoles, que han tenido un silencio...parece que en vez de caracoles han pasado ángeles, jajaja ¡con lo buenos que están! Gracias guapa. Besos.
EliminarQue buena pinta. Nunca los he probado y esta semana me voy a animar a cocinarlos!, un besito
ResponderEliminar¿No me digas que te atreves? Me he enterado que hace poco ha habido unas jornadas en Córdoba sobre maneras de preparar los caracoles y ha sido todo un éxito. En Sevilla hay montones de tabernas dónde los ponen y siempre tienen su público fiel. En Granada son famosos los del Albaicín, en el restaurante Aliatar, si no los has probado te los recomiendo, para empezar a apreciarlos. Besos.
EliminarTomó nota, además suelo ir bastante a casa pasteles asomar café y el albaicin me encanta
ResponderEliminarhola Alicia, creo que lo he tomado solo una vez en mi vida, que fui a Málaga, con las hierbas que lleva no me extraña que salga un caldillo tan rico!, un besin
ResponderEliminarSilvia
A quienes les gustan los caracoles les suelen apetecer con caldito, ligeramente picante. Hay quien añade a éste almendra frita picada. No te desanimes y sigue probándolos. Besos.
Eliminarlos caracoles son mi perdición, así no los he comido nunca y no sabía que los había congelados!!!Los buscaré , por supuesto. Un beso guapísima
ResponderEliminarElisa, yo los he comprado en Mercadona, pero otras veces en Alcampo. Si te gustan ya sabes que con éstos te evitas trabajo. Besos para tí y gracias.
EliminarMe vuelven loca los caracoles y picantitos mejor, la pena es que aqui no los encuentro. Compre una vez unos que eran congelados pero con mantequilla y perejil y los tire a la basura de malos que estaban asi que nunca mais
ResponderEliminarYo me quedaba con una docena o dos de esos vasitos,jajaja, egoista que soy , todos para mí
Un besazo
Si te digo la verdad estoy deseando que vuelvas para España pues siempre me comentas que no encuentras algún ingrediente por ahí. Supogo que los caracoles de los que me hablas son los caracoles de la Bourgogne francesa, pues se preparan como dices ¿tan malos estaban? ¡a ver si se les habían quedado en el fondo de los frigos y te los ibas a comer pasados! pues me constan que son deliciosos. En fin, mientras te decides a volver iré haciendo el caldito. Besos Inma.
EliminarSi el paso peor es el de la limpieza de los caracoles, pero después están riquísimos
ResponderEliminarEfectivamente Jaime, es lo peor de lo peor y hay que ser muy escrupuloso ¡no hay que dar aguas hasta que salen limpias! Es una alegría verte por aquí. Besos.
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